Ventajas e inconvenientes del Teletrabajo

Tanto si ya trabajas en remoto desde casa como si estás a punto de hacerlo, te conviene saber las ventajas e inconvenientes del teletrabajo. En la medida de la posible, potencia esos pros y mantén a raya esos cons y verás de que lado queda la balanza

Se habla mucho de las ventajas e inconvenientes del teletrabajo. Las frases «trabajo en remoto», «nómada digital» y «equipos distribuidos» están cada vez más de moda en internet. Muchas empresas y empleados virtuales (nosotros mismos incluidos)  están escribiendo sobre sobre porqué es tan bueno poder trabajar en todo el mundo y en su propio horario. Y es que hay muchos beneficios mientras se trabaja de forma remota tanto para empleadores como para empleados.

Personalmente, desde trabajo.tips, estamos de acuerdo. Poder escribir este artículo desde la playa o con vistas a la montaña es algo fascinante y sobretodo posible. Que no puede mas que repercutir en la calidad de nuestra vida profesional y personal. El teletrabajo es interesante y emocionante, lo que significa que es más probable que las personas lo defiendan públicamente.

Pero hay otro lado de la moneda. Y es que no siempre tenemos las posibilidades físicas de practicar esta modalidad de trabajo y quizá la cultura empresarial y laboral de muchos países no esté del todo alineada. Vamos a contarte abiertamente sobre ventajas e inconvenientes porque queremos que las conozcas y puedas aprender de ellas siempre que sea posible. 

Hay que tener en cuenta que cada persona tiene unas circunstancias y en ocasiones se pueden ver cosas positivas y negativas en el lado contrario. Según un estudio realizado por Adecco y lo que podemos aportar con nuestra propia experiencia estas serían las principales ventajas e inconvenientes del teletrabajo:

Ventajas del teletrabajo:

Horario flexible. Puedes tomar descansos en cualquier momento y comer en el horario que mejor te venga. Tu eres dueño de tu tiempo. Seguramente mejore tu productividad con el teletrabajo, por lo que tus horarios pueden verse cambiados para mejorar tu balance laboral, familiar y social.

Ambiente personalizado. Puedes configurar tu zona de trabajo como quieras. Y debes saber que utilizar mobiliario ergonómico, como una silla despacho o una mesa escritorio adecuadas puede contribuir en tu mejora del ritmo de trabajo.

Ropa cómoda. Puedes usar prendas más cómodas sin perder tu estilo personal. Es importante vestirse como si fueras a la oficina para que tu cabeza entienda el cambio de ambiente. Pero puedes relajarte mucho con respecto a tu look diario sin tener que pasar por el escaner de recepción o de la estilista de turno.

Es más fácil hacer llamadas. No tendrás que luchar por encontrar esa sala de reuniones vacía o tratar con ese compi especialmente hablador. Incluso quizá te encuentres mas cómodamente hablando con clientes o proveedores en la intimidad de tu casa. Lo único que tendrás que tener en cuenta esto también si tienes mascotas o niños pequeños.

Eliminas algunas tareas del finde semana. Puedes hacer esa colada que tanto se te atraganta y que solo encuentras tiempo durante el fin de semana. Entregas de Amazon o productos online. Revisiones o mejoras en la casa. Ahora podrás organizarte entre semana para llegar a todo y tener el finde más libre.

Adiós a las distracciones de la oficina. Siempre hay alguien dispuesto para un café, hablar de la ultima serie de Netflix. Una reunión detrás de otra de las que solo sacas pilas y pilas de tareas pero que luego no llegan a nada. Ese chorro de aire acondicionado que te da directamente en las orejeras… eso es historia.

Cero desplazamientos. De la cama al despacho de casa! Cuantas horas a la semana suponen tus desplazamientos a la oficina? Ahora podrás quedarte un rato más en la cama, o salir a hacer deporte antes de afrontar el día. Ahora tu decides que hacer con ese tiempo.

Ahorrar dinero. Un desayuno o un menú del día suelen ser caros si trabajas en una ciudad o en el centro. En casa puedes ahorrar mucho si vas al mercado y preparas la comida. Siempre tendrás la opción de bajar a despejarte y además estarás comiendo más saludable.

Olvídate de las multitudes y el tráfico. No hay nada como entrar en ese vagón de metro en pleno julio y tener que hacer malabares para poder quedar encajado. Y luego sitúate bien para salir porque el metro va a tope! O si?? Olvídate de ese trafico infernal de los lunes que te hace replantearte tantas cosas. O plantéatelas de una vez!

Pasar mas tiempo con tus seres queridos. Cuida de un familiar en casa, o prepárate un poco antes para estar con tus hijos más temprano en el día. Acurrúcate con tu gato o simplemente disfruta de un momento tranquilo para ti.

Inconvenientes del teletrabajo:

Fuerza de voluntad. Aquí la disciplina es un punto a trabajar. Tienes que entregar el proyecto o los números del trimestre, pero tienes el último capítulo de Netflix esperando. Bueno, puede ser un buen momento para conocer hasta donde llega tu disciplina y trabajarla.

Dificultad para seguir una rutina. El orden de hacer las cosas en el trabajo casi nunca es el orden de hacer las cosas en casa. Puede ser difícil ajustarte a una programación y seguir ciertos procesos estando fuera de la oficina.

Faltan llamadas importantes. Has dejado el teléfono en modo no molestar y ahora te has perdido la reunión. O tu jefe te ha pedido que priorices sobre una tarea y ahora son las 18h. Es posible que te dejes llevar por el ritmo porque realmente mejores tu productividad. Pero cuidado con la planificación.

Tirar de UberEats de igual forma. Querías ahorrar dinero, verdad? pero resulta que ahí está la oferta del día de tu italiano favorito y la hora de la comida se te echa encima. Además se te ha olvidado comprar pan! Bueno te puede pasar algún día, pero convertirlo en rutina te arruinará y no comerás tan saludable.

La siesta. Podría decirse que esto sería más bien una ventaja… Pero deja de serlo cuando se convierten en 50 minutos de siesta después del menú italiano que te has metido.

Contacto social. Pasamos muchas horas en la oficina. Y siempre hay esa sensación de pertenencia a un grupo social cuando vamos a la oficina. Trabajando desde casa puedes extrañar esta sensación y sentirte quizá un poco mas solitario.

Trabajar despacio. A veces la oficina tiene energía, a veces tu casa no. Es posible que te embriague esa sensación de tranquilidad que no tienes en la oficina.

No hay segundo monitor. Se masca la tragedia… Como he podido vivir sin dos pantallas? Cómo he podido sobrevivir a la universidad? Las 83 pestañas que tengo abiertas son esenciales! No te das cuenta lo que tienes hasta que lo pierdes. Siempre puedes adquirir un monitor a buen precio o es posible que tengas alguno mordiendo polvo.

Conexión a internet. La wifi de la oficina nunca falla y si lo hace es cuando es buen momento para hacer eso que llevas posponiendo ni se sabe. En casa la cosa cambia. Apagar y encender y cruzar los dedos. Paciencia al poder. Aunque hoy en día las conexiones son cada vez más fiables.

Momento desconexión. Lo que pasa en la oficina se queda en la oficina (o eso debería). Cuando trabajas desde casa puede resultarte complicado el momento de desconexión. Es importante marcarse rutinas como si estuvieras con el resto de compañeros. Esto puede confundirse con la flexibilidad. Y estará bien si tu te sientes bien y el trabajo está hecho.

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